En el suplemento LAS 12 del diario Página 12 (9/9), Soledad Vallejos se refirió a las “Mujeres en Campaña” diciendo que impresiona más su cantidad que “por traer junto a su figura una batería distinta de temáticas.” Entre críticas que podemos compartir con la periodista, se comenta que las candidatas mujeres “suelen afirmar que alguna vez habrá que debatir sobre aborto, pero que bueno, en fin, aún no es el momento: la sociedad no está preparada.”
No nos asombra de las candidatas de la derecha. Pero tampoco nos asombra de las candidatas oficialistas de un gobierno que se ha pronunciado repetidamente contra el derecho al aborto (“no soy abortista, soy peronista” –afirmó en alguna oportunidad la misma Cristina K-). Y aunque se podría esperar que el derecho al aborto estuviera en la agenda de la centroizquierda, tampoco es así. Algunas, como Lilita Carrió, levantan su catolicismo como bandera. Otras, como María José Lubertino, después de posar junto a De la Rúa, el ARI, el Partido Socialista, Ibarra y ahora sacarse la foto junto a Kirchner –pasando, en el post-diciembre 2001, por el reality show “El candidato”, de canal 2-, sólo hablan del derecho al aborto en los encuentros de mujeres, en los foros feministas y en las conferencias de ong’s, pero se callan a la hora de la campaña electoral.
Quizás la periodista mantenía la ilusión de que el género hace al programa político por el cual se lucha. Pero no es así. Las candidatas del sistema no quieren enfrentarse a la reaccionaria institución de la Iglesia. Y menos aún al gobierno al que, en esta materia, le sobra cinismo y le faltan acciones.
Lamentablemente, la mayoría de la izquierda –que está a favor del derecho al aborto- actúa de la misma manera a la hora de la campaña electoral, por miedo a “perder votos” con un tema tan controvertido.
Sin embargo, la denuncia que hace la periodista de LAS 12 de este doble discurso no contempla que hay quienes, desde el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), hace muchísimos años hacemos lo contrario de lo que hacen estas candidatas, aprovechando incluso la exposición que permite la campaña electoral, para seguir planteando el derecho al aborto, tal como lo hacemos en los encuentros de mujeres, en las luchas, en las movilizaciones, en la militancia cotidiana. Tan es así que nos valió, en otras épocas, los comentarios detractores de Neustadt y Grondona. No nos preocupa.
No tenemos dos caras ni dos discursos. No queremos ni una muerta más por aborto clandestino en la Argentina y luchamos por ello consecuentemente, en cada espacio y en todo momento por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
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