27/9/12

“El Encuentro somos todas”, ¿incluyendo a la Iglesia y el gobierno?


“El Encuentro ya está en Posadas” titula la Comisión Organizadora del XXVII ENM, dirigida por las sojeras y caceroleras del PCR. Este partido que apoyó a la Sociedad Rural y ahora saluda con tanta alegría los cacerolazos de la clase media alta, dice que los ENM son “un terreno hostil para el gobierno”; sin embargo, no piensan desarrollar ningún movimiento amplio de mujeres que enfrenten a la Iglesia, el gobierno y la oposición derechista que están en contra del derecho al aborto y que sostienen las condiciones de precarización laboral de millones de mujeres. El PCR negocia a dos puntas: con los gorilas en los cacerolazos contra el gobierno, mientras piden subsidios al gobierno K de Misiones, hacen guiños a la Cámara de Comercio de Posadas y también a la jerarquía de la Iglesia.

Con la jerarquía de la Iglesia y los anti-derechos

“No es resolutivo y no se vota porque creemos que todas las voces deben ser escuchadas y respetadas sin tener condicionamientos de ningún tipo.” Así, la Comisión Organizadora ya está alertando, desde su página oficial, contra miles de compañeras de la izquierda que, año tras año, proponemos que se vote para que haya un verdadero respeto por la amplia mayoría de mujeres trabajadoras, estudiantes, amas de casa, activistas feministas y lesbianas que luchamos por nuestros derechos. Pero para la Comisión Organizadora, las voces que “deben ser escuchadas y respetadas”, incluyen al gobierno K de Misiones, que cuenta con una senadora y ex vice-gobernadora, Sandra Giménez, contraria a la legalización del aborto y abiertamente a favor de la reelección de CFK. La pediatra y senadora misionera también está en contra de los protocolos de atención a las víctimas de violencia sexual. “¿A ustedes les parece que para evitar la muerte de 300 mujeres hay que matar a 500 mil chicos?”, preguntaba desafiante, mientras presionaba para impedir el aborto no punible a una niña misionera de 14 años que había sido violada por su tío. Otra voz que consideran que debe ser “escucha y respetada” es la de la jerarquía eclesiástica de la provincia, a la que también contactaron. La Iglesia del obispo Santiago Bitar, de Oberá, que calificó de “genocidas” a quienes estamos por el derecho al aborto y que dijo que a los que sostenían esa posición había que “echarlos de esta Patria” o del obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, que calificó el fallo de la Corte sobre aborto no punible como un “retroceso en el tema de los derechos humanos.”

Con el gobierno K y los empresarios

La Comisión Organizadora solicitó al gobierno K de Maurice Closs una declaración de interés Provincial, Municipal y Nacional para el ENM y un subsidio. ¿Los ENM no eran autónomos y autofinanciados con el aporte que voluntariamente hacemos miles de mujeres? ¿Qué es lo que hay que pagar con financiamiento del gobierno K, si los albergues en las escuelas son gratuitos y los espacios donde se realizan los actos de apertura y los talleres deberían cederlos gratuitamente los gobiernos municipal y provincial?
“El Encuentro ya está en Posadas y como misioneros debemos prepararnos para ser buenos anfitriones, todos ganaremos con este evento”, expresó la Comisión Organizadora, haciéndole un guiño a la Secretaría de Turismo y a la Cámara de Comercio. “Este es un reconocimiento fundamental para las miles de mujeres que durante todo un año vienen trabajando para poder viajar a Misiones y ser parte una vez mas de este espacio democrático, plural, horizontal, federal y autofinanciado” declararon.
¿Democrático y plural cuando la Iglesia se impone con sus huestes organizadas interrumpiendo los talleres donde se debate el derecho al aborto? ¿Horizontal, cuando la Comisión Organizadora hace y deshace, cada año, a su antojo, sin que las miles de mujeres que participamos podamos votar y mostrar que hay posiciones ampliamente mayoritarias por los derechos de las mujeres y son apenas minúsculas minorías las que levantan posiciones reaccionarias? ¿Plural cuando a las posiciones reaccionarias, anti-derechos, se las hace figurar en “igualdad de condiciones” a través del método del “consenso”, sin que nunca quede claro que son una minoría insignificante que, desde adentro mismo de los ENM, conspira para liquidarlos? ¿Autofinanciado, cuando están diciendo que reciben plata del gobierno de turno?

¡Ni con Cristina, ni la Iglesia o la Rural, que nuestra lucha es obrera y popular!

Pan y Rosas y el PTS reafirmamos nuestra voluntad de que los ENM recuperen el sentido que tuvieron desde los inicios en 1986 hasta el 2003, en los que siempre hubo pronunciamientos mayoritarios contra los gobiernos de turno, tratándose de un espacio de intercambio de experiencias y reflexiones de las mujeres que queremos luchar por nuestros derechos: contra la violencia machista, por el derecho al aborto, contra las redes de trata, por los derechos de la mujer trabajadora, contra el hambre y la carestía, por la libertad sexual, etc.
Para eso, insistimos, como lo hacemos cada año, en que tendríamos que tener la libertad de votar en todos los talleres del ENM, para dejar bien expuesto que somos miles de mujeres las que queremos avanzar en nuestros derechos y apenas un puñado irrisorio de fundamentalistas reaccionarias las que vienen paralizando y desmotivando estos espacios, bajo el amparo del aparato del PCR.
Los ENM sólo tienen sentido y serán cada vez más amplios y participativos si se mantienen como un espacio para enfrentar la opresión de las mujeres y no se limita –en pos de garantizar “el espíritu de consenso” con la Iglesia y el gobierno- la libre expresión de miles de luchadoras que queremos denunciar a las instituciones que sostienen, legitiman y reproducen esta situación, para conquistar nuestros derechos en la perspectiva de nuestra emancipación social.

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