Trabajadoras de Brukman encabezaban la columna que partió desde la puerta de la fábrica para Congreso y de allí a Plaza de Mayo, en este 24 de marzo.
Llevaban una gran bandera que recordaba a los obreros asesinados durante la dictadura. A su lado una bandera señalaba 'Brukman y Zanón bajo control obrero', indicando las dos experiencias más avanzadas de la actualidad, en la que los trabajadores –en un caso, organizados en un sindicato combativo y en el otro, echando a la burocracia- demostraron que sólo ellos pueden defender la fuente de trabajo, con sus métodos y enfrentando no sólo a la patronal que los echa a la calle, sino también a la burocracia sindical, a la justicia y a la represión policial.
Jóvenes con antorchas les abrían el paso, mientras detrás se veían las banderas del Centro de Profesionales de Derechos Humanos, las asambleas de vecinos de los barrios cercanos a Brukman, la Unión de Trabajadores Desocupados de Berisso-Ensenada, las banderas del Movimiento por la Coordinación Obrera, los jóvenes universitarios y secundarios que habían organizado el festival solidario del 8 de marzo y el Partido de Trabajadores por el Socialismo.
Entraron a la Plaza gritando 'en el 76 nos mataron/ a muchos miles de compañeros/ hoy en Brukman los recordamos/ luchando por el control obrero'.
Allí, en la esquina del Cabildo se quedaron para saludar a todas las organizaciones que se iban acercando a la Plaza de Mayo. Recibieron aplausos de miles de vecinos que, en las últimas semanas conocieron su experiencia a través de los medios de comunicación.
Cuando se acercaron las feministas, con su distintiva bandera lila que dice 'Feministas en todas partes', quienes nos encontrábamos con Brukman, junto a las obreras las invitamos cantando: 'Vengan con Brukman/ vengan las mujeres/ que nuestra lucha no se gana sin ustedes'. Y, solidariamente, se quedaron junto a las obreras respondiendo: 'Brukman es de las trabajadoras/ y al que no le gusta/ se joda/ se joda.'
Cuando les preguntaron a las trabajadoras en qué podían colaborar con su lucha, ellas solicitaron colchones, para pasar la noche en la fábrica, comida y la presencia en las guardias rotativas que deben mantener permanentemente para evitar la intromisión policial.
Luego, el grupo musical Santa Revuelta subió al escenario y, antes de cantar, llamó a los miles de participantes de la marcha a solidarizarse con Brukman, destacando que, en su mayoría, son mujeres las que mantienen, en este caso, la producción bajo su propio control. Luego señalaron que este podrido capitalismo que está hundiendo el país, puede acabar cuando todos los trabajadores tomen el control de las fábricas, como están haciendo en Brukman.
Cuando nos íbamos, a unas pocas cuadras, Celia –obrera de la fábrica- nos dirigió unas palabras recordando que el 70% de los desaparecidos durante la dictadura genocida eran obreros y planteando que las acciones que hoy están llevando adelante son un homenaje para todos aquellos activistas, delegados de fábricas y dirigentes obreros combativos que pertenecieron a la generación del ´70. Después, habló la abogada del Ce.Pro.D.H. que está llevando el caso en la Justicia.
Finalmente, nos fuimos con la confianza de saber que serán muchas más quienes se acercarán a solidarizarse con Brukman después de este día.
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