En su última prensa, el PO afirma que la campaña nacional por el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito que se lanzó el pasado 27 de mayo, promovida por múltiples organizaciones y que impulsa un petitorio que dice “Apoyamos la despenalización y legalización del aborto para que toda mujer que decida interrumpir su embarazo pueda acceder al aborto legal, seguro y gratuito, en los hospitales públicos y en las obras sociales de todo el país”, es una campaña de apoyo al gobierno. Acto seguido, sostiene que el PTS forma parte de la misma “críticamente” mientras el PO se mantiene al margen.
Este es un nuevo intento del PO de querer justificar lo injustificable: priorizar un frente electoral de conciliación de clases con los banqueros del PC y no hacer un frente 100% de izquierda, como dice Altamira, con partidos obreros y socialistas. Esta vez el debate es sobre el derecho al aborto.
Kirchner, mucho ruido y pocas nueces
El PO afirma que el gobierno no va a conceder el derecho al aborto, cuestión que desde el PTS y la agrupación que impulsamos, Pan y Rosas, también venimos planteando. Es tan así que fuimos la única organización que denunciamos el claro intento de cooptación por parte del régimen del movimiento de mujeres que se expresó con la incorporación de Carmen Argibay a la Corte Suprema de Justicia. En toda instancia donde participamos denunciamos al gobierno y planteamos la necesidad de organizarnos en forma independiente del Estado para luchar por nuestros derechos, como en los Encuentros de Mujeres, marchas, debates, artículos, etc. Es un hecho, como señalamos en la carta sobre la campaña por el derecho al aborto1 que publicó Pan y Rosas y en esto coincidimos 100% con el PO, que el gobierno sostiene la ilegalidad del aborto como prenda mayor de su pacto con la curia.
¿Y la voz de las trabajadoras, los sectores populares y la izquierda?
En su artículo, el PO admite que las consignas de la campaña “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir” “recogen una reivindicación clave del movimiento de mujeres por más de dos décadas”2 Pero más adelante, sostiene que “La consigna de aborto legal para no morir es nada más que un señuelo para sumar luchadoras consecuentes a una campaña de promoción política del centroizquierda: el objetivo queda para las calendas griegas.” Lo que queda para las calendas griegas para el PO es desarrollar un gran movimiento de lucha de los/as trabajadores combativos ocupados y desocupados, los/as estudiantes, las mujeres y la juventud que pelee en las calles por obtener un derecho democrático tan elemental como el derecho al aborto libre y gratuito. Su abstencionismo lo lleva a regalar sólo a la centroizquierda una bandera por la que las mujeres, las organizaciones sociales y los partidos de izquierda venimos luchando hace años. Desde que existe el PTS, por ejemplo, hemos levantado la consigna de derecho al aborto, aún cuando el resto de la izquierda se burlaba diciendo que era una campaña “piantavotos”.
Contra la política de ir de las calles al palacio, impulsemos un gran movimiento de lucha
A diferencia de muchas de las organizaciones que impulsan esta campaña, no tenemos ninguna confianza en que recorrer despachos de parlamentarios sea la vía para obtener este derecho. Además, una legislación del estado capitalista mínimamente progresiva, aún en el caso de obtenerla, no resuelve el problema de la opresión y la explotación a la que están condenadas las mujeres en nuestro país, como hemos visto con el caso de Romina Tejerina.
Aún así, estamos dispuestas a pelear por todas las medidas que mejoren las condiciones de vida de millones de mujeres, especialmente las que hoy son víctimas del aborto clandestino, las mujeres trabajadoras y de los sectores populares que mueren por esa causa.
Por eso consideramos que la campaña por el derecho al aborto es un paso en ese camino y la desarrollamos desde la única perspectiva que puede permitirnos el triunfo: la de impulsar la organización para la lucha y la movilización de las mujeres trabajadoras ocupadas y desocupadas, estudiantes e intelectuales en forma independiente del Estado, la Iglesia y los partidos patronales, con el apoyo de todos los sectores que hoy están luchando.
El PO, manteniéndose al margen de la misma, desnuda su sectarismo frente a una lucha democrática elemental que, por otro lado, se transforma en febril oportunismo cuando llegan las elecciones. Bajo un tono principista y antigubernamental, el PO regala la bandera de décadas de lucha a la centroizquierda, mientras su política presiona al gobierno por más planes sociales y preservativos. Llamamos a las militantes del PO a rever su actitud y a impulsar junto a la agrupación Pan y Rosas (PTS e independientes) la participación de las mujeres trabajadoras ocupadas y desocupadas, estudiantes, etc. en esta campaña con una perspectiva que enfrente al gobierno y al régimen, para que la voz de las trabajadoras y las socialistas también se oiga en esta lucha.
1 Ver en la sección mujer de la página del PTS www.pts.org.ar.
2 Prensa Obrera Nº 903 del 09/06/2005.
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